Por J.M.CAMACHO.MÁLAGA
4-12-2006 09:35:26
Han pasado casi treinta años desde la muerte de José Manuel García Caparros por disparos de la policía. Aquel trágico 4 de diciembre de 1977 significó un punto de inflexión para el proceso autonómico andaluz. La familia del joven destaca que su muerte nunca debió producirse y pide a Manuel Chaves que recupere su memoria, ya que durante muchos años ha sido el gran olvidado.
-(ABC): José Manuel García Caparros murió en un enfrentamiento con la policía durante el Día de Andalucía, hace 29 años. ¿Qué recuerda de aquel día?.
-(Loli): Todo. Desde el alba hasta el anochecer. José Manuel me prometió llevarme a una discoteca tras la manifestación, pero una bala asesina se cruzó en su camino. La noticia de su muerte la recordaré toda la vida: a las cinco de la tarde vino a casa un enfermero y nos dijo que había tenido un accidente de tráfico muy grave y que estaba en el Hospital Carlos Haya. Allí comprobamos que había muerto de un disparo. Han pasado casi treinta años, pero yo todavía le espero para que me lleve al baile.
-(Paqui): Era un día muy especial. Toda la familia estaba muy contenta, especialmente mi hermano, por defender la autonomía de Andalucía. Desgraciadamente la jornada, que tenía que ser festiva, y en paz, acabó en tragedia por la violencia extrema y la intolerancia de la Policía.
-(ABC) Dos días después de la muerte de su hermano, el entonces diputado Carlos Sanjuán fue agredido por un policía armado enfrente de la puerta del Gobierno civil cuando recriminó a un agente su violenta actuación contra los ocupantes de los coches que circulaban con crespones negros en las antenas de los vehículos. También el actual alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fue golpeado por una pelota de goma que le causó un fuerte hematoma. ¿Se sumaron ustedes a las protestas?.
-(Paqui): No. Mi familia estaba rota de dolor. La huelga general paralizó por completo la vida ciudadana en toda la provincia y en la capital se produjeron violentos incidentes. Las calles del centro de Málaga ofrecían un aspecto desolador. El destrozo de escaparates, los cócteles molotov contra establecimientos comerciales y la rotura de todos los soportes publicitarios y de señales de circulación junto a las barricadas y el saqueo de numerosas tiendas, fueron común denominador.
-(Loli): Mi madre enfermó a raíz de la muerte de mi hermano. Quedó postrada en la cama y se murió dos años después, a la edad de 45 años. Mi padre emprendió una lucha sin cuartel, parecida a la del Padre Coraje, para condenar al asesino de su hijo, pero fracasó en el intento. Falleció también muy joven sin ver al culpable en la cárcel.
-(ABC) El Parlamento andaluz ha respaldado una moción de IU para que la muerte de José Manuel García Caparros se declare un acto terrorista. ¿Qué le parece la propuesta?.
-(Loli): Fenomenal. Como nos dijo el diputado Antonio Romero, el 4 de diciembre de 1977 estará siempre en la memoria de los andaluces porque evoca la expresión de un pueblo que salió a la calle con alegría para afirmar su aspiración a la cultura, al trabajo, al bienestar. Málaga aportó, sin buscarlo, el dolor de una muerte que nunca debió producirse. Mi hermano murió en un acto terrorista y es justo que asi lo reconozcan nuestras autoridades.
-(ABC): ¿Ha sido su hermano el gran olvidado del proceso autonómico andaluz?.
-(Paqui): Sin ningún género de duda. Su figura ha sido olvidada por todos durante mucho tiempo, pero afortunadamente se está reparando ese olvido. El Ayuntamiento de Málaga le ha nombrado Hijo predilecto, hay muchas calles en pueblos y ciudades con su nombre, entre otras en Málaga, Pizarra y Ecija. En Sevilla se han volcado con él distintas asociaciones y sindicatos. Ahora, el Gobierno central y las Cortes Generales están adecuando los criterios del reconocimiento de las víctimas del terrorismo. La muerte de mi hermano se produjo por un disparo, en una manifestación pacífica, por una mano terrorista. La Junta de Andalucía, y su presidente, Manuel Chaves, debe recuperar su memoria y darle la medalla de Andalucía.
-(ABC): ¿Ha recogido alguien de su familia el espíritu andalucista de José Manuel?.
-(Loli): No. En nuestra familia -somos tres hermanas- todos somos defensores a ultranza de Andalucía, pero estamos alejados de la política desde la muerte de mi hermano. Sólo peleamos por recuperar su memoria, su bandera con los colores andaluces y su honor. Hay un detalle que no queremos pasar por alto. Todos los años, el 4 de diciembre, aparece un ramo de flores y una bandera andaluza en el lugar donde le asesinaron, concretamente en la esquina de la Alameda de Colón con la calle Alemania.
-(ABC): ¿Qué opina del nuevo estatuto andaluz?.
-(Loli): Me parece estupendo que se adapte a los tiempos actuales. No he tenido tiempo de leerlo, pero estoy convencida de que será bueno para el pueblo andaluz. Así lo han entendido la mayoría de los partidos políticos andaluces, que han respaldado el estatuto.
-(ABC): Ustedes residen en Torremolinos. ¿Vivieron la segregación de la barriada malagueña de la capital?.
-(Loli): No. Durante el proceso de autonomía de Torremolinos vivíamos en Málaga, pero hace cuatro años nos trasladamos aquí, donde estamos muy contentos. Sólo tenemos un problema: el autobús no llega hasta nuestra barriada. Creemos, no obstante, que el alcalde buscará pronto una solución.
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