jueves, 20 de diciembre de 2007

Caparrós, del 4-D al 28-F (Antonio Burgos)

Caparrós, del 4-D al 28-F

Ocurre cada 4 de Diciembre, y mucho más en este 4-D próximo pasado, en que se han cumplido 25 años justos de las grandes manifestaciones en todas las capitales de lo que entonces era sólo una región que empezaba a tener conciencia por lo menos de tal. Se ha vuelto a repetir, como todos los años, que la verdadera fiesta de la autonomía y la identidad andaluzas debe ser el 4-D y no el 28- F. Es decir, cuando Andalucía se echó a la calle para traducir una frase catalana. La frase catalana era el "Ja soc aquí" que Tarradellas pronuncio en el balcón de la Generalidad catalana, a su regreso del exilio. Como ha recordado Rodríguez de la Borbolla en el programa conmemorativo de Giralda Televisión, Tarradellas llegó a Barcelona el 23 de octubre de 1977, entró en el Palacio de la Generalidad, se asomó al balcón, dijo el "Ja soc aquí" y se puso en marcha otra vez todo lo que había antes de la guerra civil. "Pero es que aquí no había nada --ha dicho con mucho humor Borbolla--, ni Generalidad, ni palacio, ni balcón, ni nada". Por no haber, no había ni Tarradellas. Tuvimos que inventarnos sobre la marcha un Tarradellas provisional, que fue el bueno de Plácido Fernández Viagas, que a nadie que lo quisiera escuchar ocultaba que él no creía en Andalucía, que él estaba allí porque lo había puesto su partido.

¿Qué pedían los andaluces aquel 4 de Diciembre? ¿Autonomía? Eso sólo lo tenían claro los andalucistas de Rojas Marcos, dicho sea en su honor y en el de la verdad histórica. Lo que pedían los andaluces era que no los dejaran en la Segunda División B de España, sencillamente. Y aquí fue donde, por encima de los partidos, adelantándolos, los andaluces tradujeron el "Ja soc aquí" de Tarradellas y gritaron un colectivo y reivindicativo "Aquí estoy yo, y ahora te vas a enterar".

Esto ahora parece clarísimo, pero hemos asistido a la habitual reescritura de la historia hecha por los vencedores. La verdad es que hasta aquel día de 1977, al PSOE y al PCE, a CC.OO. y a UGT la autonomía andaluza la interesaba igual que a la UCD: un pimiento, por aquello del color verde. Sólo cuando vieron la marea incontenible de la marcha verde y blanca del 4-D se apresuraron a poner la "A" en sus siglas y a vislumbrar que la autonomía podía llevarlos al poder. Fue, en cierto modo, la soñada ruptura en la obligada España reformista de la transición. Ruptura andaluza que le costó la vida a un nuevo Blas Infante, que fue José Manuel García Caparrós. Esto último hemos tardado 25 años en reconocerlo, y sólo gracias a que sus esforzadas hermanas han ido de María y Luisa Infante en la reivindicación de su memoria.

Sobre el 4-D, en El RedCuadro:

No era esto

Error 4 de diciembre

Aquel 4 de diciembre

García Caparrós pone la bandera

http://www.antonioburgos.com/sevilla/puntas/2002/02/pd120702.html

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