jueves, 20 de diciembre de 2007

Texto de solicitud de colaboración y Procedimiento

La historia de Andalucía, como la de cualquier nación con conciencia e historia se ha ido labrando a través de la lucha de su propio pueblo a través muy diversas manifestaciones. No solo ha sido importante la función cultural de sus pensadores a lo largo de nuestra historia, si no también la de las manos que han portado la bandera de la libertad, tan latente en el ideal del pueblo andaluz. Son muchas las manos que han regalado a nuestro pueblo sangre y sudor, la voces que han dado su llanto, y las miradas que han donado sus lágrimas para la consecución de su deber eterno de Pan, Tierra y Libertad.

A lo largo de este proceso histórico originado allá en tiempos inmemoriales, han ocurrido muchos hechos diferenciales que nos definen con un sentir común, con unas aspiraciones y cultura comunes. Hechos que nunca deberán ser olvidados.

Como muestra clara de este proceso innegable, se presenta el momento histórico del 4 de Diciembre de 1977.
Punto de inflexión en la historia reciente de Andalucía, el pueblo Andaluz en su esencia y conjunto decidió reclamar la autonomía como comienzo de un camino hacia la libertad siempre ansiada, como muestra de que un pueblo hablaba de la manera más democrática y pacífica que se podía pedir, como muestra de que las voces gritaban a favor de lo que siempre se les había negado.
Las banderas no arraigadas en ningún otro lugar que en la conciencia de los andaluces, salían a la calle portadas por esas manos a las que antes me refería cumpliendo su deber histórico. Todos, desde el niño más inocente hasta los suspiros de muchos ancianos se manifestaron haciendo gala de una entereza admirable para muchos otros pueblos.

Si hay evidencias de que una lucha es absolutamente justa y democrática es que, por desgracia, los muertos son exclusivamente arrancados a esta parte. Así ocurrió con Manuel José García Caparrós en Málaga, que como un andaluz más salió a defender a su pueblo y fue asesinado por la policía armada franquista.

Su muerte fue una evidencia de que el ser andaluz ha sido un ser luchador, un ser entregado a su causa. Un ser casi siempre reprimido por ser un ser libre. Es por eso por lo que solicitamos la concesión del Título de hijo predilecto de Andalucía a título póstumo a Manuel José García Caparrós. Como agradecimiento en nombre de Andalucía a su lucha gracias a la cual nuestra nación tiene autonomía reconocida.
Es pues, no solo un hecho de justicia histórica y de agradecimiento, si no también una manera de recordar nuestra historia para que el espíritu andaluz siempre siga vivo. Y aún más si cabe en estos tiempos en los que tampoco se ha cumplido el Ideal del pueblo andaluz y la gente ignora más su conciencia. Es una manera de enseñar a nuestros jóvenes nuestros hechos diferenciales, las evidencias y las necesidades de nuestra lucha como andaluces, para que así la libertad y humanismo siempre sigan asociados a nuestra Verde blanca y Verde haciendo honor a la letra de nuestro himno.

¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid Tierra y libertad!


Procedimiento de solicitud.

Teóricamente la concesión del Título la otorga el Consejo de gobierno de la Junta de Andalucía a petición de la Presidencia. La única alternativa que nos queda es intentarlo a través de la proposición en el Parlamento de algún grupo parlamentario afín a las ideas del andalucismo.
El proceso que hemos trazado a seguir, para mayor coordinación entre todas las partes interesadas seguiría estas pautas.

1º- Consulta con la familia de Manuel José García Caparrós. Solicitaremos su consentimiento a esta petición.

2ª Redacción del texto definitivo que se enviará al Grupo Parlamentario Andalucista con la petición de la concesión del Título de Hijo predilecto de Andalucía a Manuel José García Caparrós. Este texto será redactado en su mayor parte por Rosa Burgos, autora del reciente libro sobre su muerte titulado ‘La muerte de García Caparrós en la transición política’. Su estudio y documentación sobre el acontecimiento y la propia vida de Manuel José le hacen ser una de las personas más adecuadas para tal tarea.

3º Solicitud de adhesión formal a tal documento a distintas organizaciones de carácter andalucista tanto como ciudadanos a nivel particular. Con ello le proporcionaremos más legitimidad popular al texto y mayor facilidad para ser defendido en el parlamento Andaluz.

4º Hacer llegar el texto, firmado por todas las organizaciones interesadas a los parlamentarios del Grupo andalucista. Para ello contaremos con todas las posibilidades a nuestro alcance.

5º Esperar que el grupo andalucista esté de acuerdo en su proposición y la defienda.

Ante todo como ciudadanos andaluces, es todo lo que podemos hacer. Confiar en la legitimidad y necesidad de hacer justicia de nuestro parlamento e intentar proporcionar toda la legitimidad popular a nuestras ideas.

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